lunes, 21 de mayo de 2012

foraminíferos fósiles: alveolinas


Este domingo, he estado recogiendo muestras de rocas para la colección del Intituto.
En la zona de Villarcayo, en la localidad de Villalaín se encuentra una cantera que explota para áridos, calizas con un fósil muy interesante que es un protozoo llamado Alveolina . Las alveolinas son unForaminífero fósil característico de la Era Terciaria o Cenozoico. Las alveolinas aparecen en el Cretácico Superior, alcanzando su mayor expansión y desarrollo en el Paleógeno y desapareciendo en el Neógeno. Están formadas por un caparazón fusiforme con numerosas cámaras dispuestas en espiral. Su tamaño suele ser de medio centímetro de largo por uno o dos milímetros de ancho. Debido a su gran desarrollo durante el Paleógeno, han formado grandes espesores de calizas constituidas casi exclusivamente por sus caparazones.


comentar que la cantera de Villalain suponeun enorme mordisco al paisaje del norte de Burgos. Esta explotación no sólo no ha visto reducida y restaurada su extensión sino que año tras año ha sido ampliada pese a una fuerte protesta vecinal. 

Este tipo de explotaciones suponen un enorme impacto ambiental y visual, pero además son fuente de contaminación acústica y atmosférica y generan gran cantidad de residuos insalubres tanto para el medio como para las poblaciones situadas en las proximidades que sufren igualmente el constante trasiego de vehículos pesados.
Desgraciadamente el caso de Villalaín no es un ejemplo aislado. Las canteras abundan en el norte de Burgos y otras provincias de nuestra comunidad.


jueves, 3 de mayo de 2012

La semana que viene, nos vamos  de excursión botánica y geológica al Cerrato. Iremos los 3 y 4 de ESO. Aqui os dejo una descripción paisajistica, geológica y botánica del lugar de la excursión. Además aprovecharemos para visitar algunos de las construcciones relacionadas con la cañada que atraviesa la zona donde vamos a estar.


El Cerrato se formó durante millones de años por sucesivos episodios de sedimentación de la cuenca del río Duero y por los consecuentes desmantelamientos erosivos. Se formaron páramos calcáreos (que aguantaron bien la erosión) que a veces pueden superar los 900 m de altitud frente a los 720 m en que se hallan los valles. Entre los páramos y los valles de erosión se encuentra la zona media o cuesta que queda bien delimitada de dicho páramo por lo que se llama el cerral. En este nivel se asienta gran parte de las poblaciones.
Sus agentes erosivos son los ríos y los arroyos que van formando las vaguadas o cárcavas cuando el río consigue atravesar una capa de materiales calcáreos y accede después a los niveles menos resistentes que se encuentran debajo, como son las margas, arcillas y yeso. Si estas cárcavas se amplían lateralmente por la acción erosiva, entonces se forman amplios valles excavados en los páramos y que descienden por las cuestas al encuentro de otros valles.




El relieve está constituido por una serie de mesas o plataformas llamados páramos calcáreos de extensión variable y separados unos de otros por valles. Los accidentes del relieve se conocen con los siguientes nombres: valles, páramos, laderas, cerros, lomas, cotarros y barrancos.

 En cuanto a la vegetación, el bosque autóctono es de tipo mediterráneo, de encina, roble quejigo y melojo. En medio de la sequedad de la comarca pueden verse bosques a las orillas de los ríos y de los riachuelos. Allí crecen una interesante vegetación de ribera como choperas, alisedas y saucedas. La abundancia de yesos ha hecho que las plantas se adapten a este tipo de suelo.



Aprovecharemos para ver unas orquideas que hay buenos ejemplos en la zona.


Igualmente dedicaremos un rato a conocer aspectos de la cañada real burgalesa y las construcciones
pastoriles relacionadas.El Cerrato ha sido siempre una comarca pastoril. Antaño no estaban cultivados los páramos, por lo que sus extensiones de monte servían de pasto a los ganados. Aun podemos ver abundantes corrales, con sus diferentes establos para las ovejas, chozos para los pastores y pozos para abrevar. Además, precisamente por la abundancia de monte -monte de carrascas, encinas y robles- y vericuetos de todo tipo, era también terreno abonado para los lobos.